Andenería del Colca
Cómo los antiguos pobladores del Ande supieron adaptarse al paisaje y generar en la mismísima montaña, una agricultura pujante, sorprende todavía. Su ingenio resultó exitoso entonces, pero aún hoy per
Cómo los antiguos pobladores del Ande supieron adaptarse al paisaje y generar en la mismísima montaña, una agricultura pujante, sorprende todavía. Su ingenio resultó exitoso entonces, pero aún hoy permite a muchos agricultores cultivar tierras y ser su forma de vida.
Actualmente, los andenes constituyen, además, parte fundamental del nuevo paisaje que hoy atrae más y más visitantes al Colca.
Las terrazas escalonadas, construcciones reforzadas de roca, cuya disposición cuidadosamente planificada, permite aprovechar la morfología del terreno en distintos pisos altitudinales; el aprovechamiento de la lluvia y la distribución de agua, también, por medio de canales ramificados, así como la elección misma de los cultivos adecuados a cada sector, representan en su conjunto una de las mayores muestras de dominio técnico por parte de los antiguos pobladores de nuestra sierra. Y en el Colca, el mérito es singular. Maíz, habas, más de 50 variedades de papa y forraje continúan siendo producidos allí para beneficio de la población. El paisaje acoge así la obra del hombre y se genera una armonía única, impensable en otras latitudes.
El Colca luce, con los complejos de Tuti, Chivay, Coporaque, Yanque, Ichupampa, Achoma, Lari, Maca, Madrigal, Tapay y Cabanaconde, un conjunto extraordinario. Felizmente, ha sido declarado por el Instituto Nacional de Cultura (INC) Patrimonio Cultural de la Nación. Esto permite una labor de conservación más efectiva e invita, a través del turismo responsable, a una labor de concientización de mayor alcance.
Los cerros fértiles de la región te esperan.